El pasado 16 de septiembre, El Grupo Vasco del Club de Roma organizó una conferencia-debate con motivo del 50º aniversario del informe ‘Los límites del crecimiento’, con la intervención del catedrático de Economía Aplicada de la UPV/EHU, Felipe Serrano.

Bajo el título ‘Política Económica y Crecimiento Económico Sostenible’, Felipe Serrano analizó la situación en la que nos encontramos en relación con los posibles escenarios reflejados en el informe respecto al consumo de recursos y el previsible agotamiento de estos.

Para el ponente, si bien los redactores del informe original no dieron con el camino a través del cual se iba a producir el límite del crecimiento, sí dieron con el problema central, que es que podemos estar en las puertas del límite del crecimiento.

Serrano recordó que en 1992, 20 años después de la publicación del informe original, se publica una actualización de este, en el que los autores actualizan las conclusiones del primer informe, y dan respuesta a algunas de las críticas que durante todos esos años recibieron, principalmente por parte de economistas, que fue, en principio, el sector más crítico.

Tras explicar brevemente las bases sobre las que se asienta el informe y su principal conclusión -que en esencia decía que de continuar el actual crecimiento industrial, productivo y de población, el planeta alcanzará su límite de recursos en cien años-, Serrano propuso analizar qué ha pasado desde su publicación.

Lo primero que destacó, es que prácticamente hemos doblado la población del planeta desde 1973 y para fin de siglo llegaremos previsiblemente a 10.000 millones de personas. Este crecimiento constante ha supuesto aumentar las tierras de cultivo para poder alimentar a la humanidad. También han aumentado la cantidad de bienes y servicios a los que tenemos acceso.

Así comenzamos a ver los límites.

La diversidad está disminuyendo (-68% desde 1970), en gran parte imputable a la necesidad de usar más tierras para cultivar alimentos.

Por otro lado, seguimos emitiendo CO2, con resultado del calentamiento global del planeta – en el año 2020-2021 hemos llegado a 1,5 º más de lo planteado por las Naciones Unidas-. El problema es que ese calentamiento se distribuye de forma muy asimétrica, con un calentamiento muy peligroso especialmente en los polos (entre 4 y 7º C), que pueden acabar descomponiéndose y aumentando el nivel del mar, con todos los problemas que ello supone.

Parece que sí hemos encontrado algunos límites. Ahora, ¿son los que avanzaron los redactores del informe? Lo que los economistas, principalmente, afirmaban, es que disponemos de instrumentos para gestionar esto.

El binomio dramático que presenta el informe es el de crecimiento de la población y agotamiento de los recursos naturales. ¿Ha ocurrido eso? Los economistas dicen que no, porque no se tuvo en cuenta la innovación y los avances tecnológicos que permitan sustituir unos recursos por otros, de manera que el límite se puede desplazar en el tiempo.

En la actualización del informe se acepta la crítica, se reconoce que efectivamente los limites son dinámicos, pero se asegura que acabarán apareciendo.

¿Han aparecido? A día de hoy parece que no, y que hemos podido gestionar los recursos no renovables utilizando el mecanismo de los precios. Los economistas dicen que el sistema de precios modera el consumo de recursos. Además, hay más eficiencia, más innovaciones… Esto dice la teoría.

Si esto es cierto, el precio de los alimentos debe haberse mantenido estable (con fluctuaciones). En el caso del precio de los alimentos, incluso ha descendido debido a un mayor uso de tierras de cultivo y a que la productividad ha aumentado de manera considerable. Esto ha permitido alimentar a los casi 8.000 millones de personas que somos en el planeta.

En el caso de los metales y minerales, los precios también se estabilizan.

Parece que, hasta ahora, no alcanzamos tampoco los límites de los recursos no renovables a los que hacía referencia el informe.

Aumentan las necesidades energéticas

El problema lo hemos tenido en la energía, pues cada vez consumimos más y de todas. Estos son los precios que más han subido. Ha medida que crecemos, las necesidades energéticas son también mayores. De haber un límite, en principio este sería el de la energía.

Cuando las economías emergentes se acerquen a nuestros valores de consumo y producción, ¿alcanzaremos los límites a los que se refería el informe?

Por su parte, la OCDE dice que a medida que la eficiencia mejore, el consumo de recursos no renovables disminuirá. Por otra parte, se espera que se encuentren nuevos recursos y se desarrolle la minería urbana y el reciclaje, es decir, la economía circular.

Así, en principio, a fecha de hoy, no parece que la previsión del informe respecto a los recursos no renovables se cumpla.
Pero, ¿qué ocurre con el medio ambiente y los recursos renovables? La concentración de CO2 ha aumentado de forma abrupta desde la revolución industrial, principalmente por el uso de recursos fósiles. Por eso debemos iniciar el proceso de descarbonización.

Por productores de emisiones, el problema de la descarbonización del planeta afecta principalmente a China, EE.UU. y la Unión Europea, principales responsables de la contaminación.

Para lograr un crecimiento promedio de 1,5º tenemos que ir a emisiones 0. En 2050 tendría que haber emisión promedio 0, según el acuerdo de París.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? Como el medio ambiente “no es de nadie” nos hemos sentido con la libertad de usarlo como un sumidero.

¿Qué se ha hecho para frenarlo? Por un lado, se han puesta en marcha iniciativas para la descarbonización, con impuestos y mercados de emisiones.

Con mercados de emisiones, la UE no está consiguiendo su objetivo. Contaminar hoy es barato, actualmente unos 3 dólares por tonelada. Se estima que para que fuera efectivo este mecanismo, este coste medio debería ser de 75 dólares, pagando más los países más desarrollados y menos las economías emergentes.

Además, estas estrategias de descarbonización solo afectan al 5% de la cantidad de contaminantes.

Demanda de minerales

Otra vía que se está usando para contener el cambio climático es la innovación tecnológica y el desarrollo de las tecnologías limpias. Pero esto también demanda minerales. Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía, un modelo de 0 emisiones multiplicaría por 6 la demanda de recursos minerales no renovables.

Si tenemos un crecimiento de demanda vertiginosa y dudas sobre la capacidad de reacción de la oferta, los precios pueden dispararse a niveles estratosféricos.

Y en este escenario hay que tener en cuenta los principales países productores de metales necesarios para las renovables (República Democrática del Congo, China, Rusia…), que pueden derivar en serios problemas geoestratégicos.

A la vista de todo esto, Felipe Serrano advirtió: “Si no hemos llegado a los límites de los que hablaba el Club de Roma, se parece bastante”, y aseguró que “desde luego, en lo que no se equivocaron es en anticipar que no podemos seguir viviendo de espaldas a nuestra naturaleza, `porque de ella obtenemos los recursos que necesitamos”.

Para Serrano, no solo tenemos que descarbonizar, innovar, desarrollar tecnologías… Tenemos que cambiar nuestro modelo de vida. No podemos seguir identificando el crecimiento con el PIB, que no tiene en cuenta el consumo de recursos naturales. E insistió en que tenemos que iniciar un proceso de cambio, “probablemente hacer una vida más austera”.

El ponente concluyó alertando de que el mercado por sí solo no va a ser capaz de encontrar las soluciones. Probablemente necesitaremos más Estado. Se deberá decidir políticamente quién y cómo se van a pagar los costes de los retos que se nos presentan, y como sociedad, concienciarnos de la realidad de la situación.

A continuación están disponibles la presentación y los vídeos de la conferencia completa y el debate posterior

Felipe Serrano es Catedrático de Economía Aplicada en el Departamento de Políticas Públicas e Historia Económica de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad del País Vasco. Sus áreas de especialidad son la “economía de las pensiones”, el “mercado de trabajo” y el “análisis institucional”. En estos campos ha publicado más de 90 trabajos entre libros, artículos y capítulos de libro tanto en revistas y editoriales internacionales como nacionales. También ha dirigido Tesis Doctorales y Tesis de Máster en dichas áreas de estudio. Ha sido Investigador Principal del Grupo de Investigación Consolidado en “Instituciones, Política Económica y Regulación”, y ha comparecido tanto en Las Cortes Generales como en el Parlamento Vasco para informar sobre potenciales líneas de reforma en sus áreas de especialidad. Ha sido también experto del Consejo Económico y Social y fue director del Departamento de Economía Aplicada de la UPV/EHU.